No siempre las nubes forman dibujos en el cielo, a veces lo hacen en el espíritu. A veces necesitamos eso,
Sentir con el corazón, y volvernos ciegos, sordos y mudos. Ver con el corazón, escuchar con los ojos, y hablar con el alma.
Es entonces cuando me emociona contemplar el mar, silencioso y eterno, o ver bailar el fuego. Escuchar el viento cómo habla entre la hierba.
Las pequeñas cosas de la vida que me hacen sonreír, sentirme todavía un niño. Y aunque la gente no lo piense, soy uno de casa. De estar con los míos, y de los que, cuando se alejan mucho de su hogar, extrañan a sus seres queridos. Me gusta mirar el mar, o sentir como la arena se escapa por entre mis dedos. Me gustan las margaritas, y los atardeceres. El piano, y la guitarra. Y desde luego, la comida italiana.
A veces necesitamos eso,
Sentir con el corazón, y volvernos ciegos, sordos y mudos.
Porque a veces nos olvidamos de la cosa más importante por sobretodo, ser felices.
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